Hacía ya muchas semanas que no íbamos a Asturias y Husband y yo teníamos morriña y muchas ganas de ir. ¡Cómo se agradece un poco de fresquito, sobretodo por las noches! y...¡Qué bien sienta una visita y unos mimos familiares... !
El problema es que en muy poco tiempo intentas hacer muchas cosas y ver a mucha gente y es prácticamente imposible. Yo, como buena tía primeriza me dediqué en cuerpo y alma a mi sobri es tan...
El caso es que ir a casa es un tute increíble, pero compensa tanto... No importa las horas al volante (siempre conduce Husband), yo lo torturo con mi música y mi cante a la ida, y el a la vuelta con el fútbol, al que ayer le sumamos el tenis y la Formula 1. En fin, que hemos vuelto con las pilas cargadas, el cupo de mimos al completo y listos para afrontar 15 días más en la capital.
En el mes de junio, todos los años, tengo una visita pendiente a mi pueblo, porque se celebra Corpus y hay la tradición de adornar las calles con alfombras florales, así que hicimos que todo coincidiera para no faltar a mi cita anual.
Es un palizón, un esfuerzo pero merece la pena. Hoy tengo el cuerpo dolorido, agujetas en las pierna, el cuello rígido, pero tengo la sensación una vez más de haber hecho un gran trabajo. Pasarnos cinco horas de rodillas, tiradas por el suelo se quedan en nada cuando se ve el resultado final y la gente te felicita y aprecia todo ese esfuerzo.
Os enseño las dos que hicimos este año, tuvimos un poco de mala suerte porque ayer en Vega había un nordeste de miedo, y cuando ya estaban terminadas vino una ráfaga de viento y nos levanto parte de la alfombra, así que tuvimos que solucionarlo como buenamente pudimos.
Esta semana voy a lanzarme e intentar hacerle repita para el peque, a ver que tal se me da. Mientras os dejo el último vestido que me hice.
Vestido: Bárbara Pola
Clutch: h&m
Zapatos: Primark
See you...
